"La gente cree estar plenamente informada sin haberse aproximado siquiera a una sola idea que contradiga sus prejuicios", Bill Keller.

29 de agosto de 2008

Virus


Es un momento feliz. Los reconocimientos llegaron después de muchos años de ruta, pero llegaron. Hace tres décadas, cuando recién empezaban a tocar, los Virus avergonzaban y escandalizaban, pero supieron convertirse en la máxima expresión de la modernidad en el rock nacional de los ´80. Perdieron a Federico Moura al final de aquella década, pero aún hoy llevan su música por todos lados. Algunas veces, regresan a La Plata para dar un concierto y esta vez, el reencuentro será en Caetano, el sábado.
“Tocar en La Plata no deja de ser algo especial, pero el público platense siempre nos resultó difícil”, contó a Diagonales Marcelo Moura, hermano de Federico y Julio, fundadores de Virus junto a Enrique Mugetti, Mario y Ricardo Serra y Roberto Jacoby. Marcelo es, además, quien se hizo cargo de cantar por Federico, cuando advirtieron que iban a seguir siendo Virus y realizaron un gran concierto para el 122 aniversario de la ciudad, en Plaza Moreno, en 1994.
El recital del sábado llega en un momento de reconocimientos para la banda. La primera presentación de Tierra del Fuego, el disco que Virus grabó en 1988 con una mínima participación de Federico, que estaba muy enfermo, contó con la presencia de Spinetta, Charly, Calamaro, Cerati y Paez, entre otros. Sin embargo, los 90 fueron años difíciles. Estuvo el recital en La Plata para los 122 años de la ciudad, en 1994, y el disco Nueve, en 1998, pero no más. Fue mucho tiempo después que el afecto comenzó a instalarse. En 2004, Radio Universidad editó el disco Tomo lo que encuentro, que ratificó la vigencia de Virus a partir de 19 versiones que realizaron bandas como Estelares, NerdKids y Norma, y solistas como Sergio Pangaro y Francisco Bochatón. Y poco más acá, en 2006, Virus se presentó en vivo en el Teatro Coliseo para registrar su último CD, Caja negra, editado también en DVD, con invitados de lujo: Ale Sergi (de Miranda!), Adrián Dárgelos (de Babasónicos), Pity Alvarez (de Intoxicados) y Ciro Pertusi (de Attaque 77).
“El grupo está pasando por una etapa de reconociendo”, dijo Moura. Y recordó una anécdota telefónica con Pertursi, poco antes de tocar en vivo en el Coliseo: “le quise pasar la letra por teléfono y me dijo estás loco, la sé mejor que vos. Me pareció increíble. Se instaló un gran respeto por Virus y creo que es merecido”.
Pitty es otro de los fans de la banda. Hace poco, estaba internado y se escapó para ir a un concierto de Virus en Mendoza. “Tenía miedo de que lo vengan a buscar y se instaló en una habitación al lado de la mía, para que lo defendiera. A la noche cantó un par de canciones con nosotros y a la tarde zapamos temas de los Beatles”, recordó Marcelo.
Alvarez, además tiene otros reconocimientos explícitos, y no tanto, para Virus. Uno de sus homenajes es sobre la canción Pecado para dos, del disco Locura, editado en 1985, cuya letra habla de “fuego” y dice: “estamos enfermos”. En una entrevista, el cantante de Intoxicados contó: “Admiro mucho a Federico, más vale. Es más, en el DVD hay una parte en la que los Intoxicados regresan a la Tierra y son los únicos humanos que quedan, pero se encuentran con otro humano. Creo que si la corto ahí te dije demasiado. Se encuentran con un Intoxicado que no toca en Intoxicados, una persona que pudo burlarse del tiempo”.
Alejados de las marquesinas de los grandes conciertos en los estadios. Y de los multitudinarios festivales, Virus hace la suya pese a que eso le juegue en contra comercialmente. “Tenemos nuestras convicciones que nunca hemos dejado de lado, siempre hemos sido honestos y claros –advirtió Marcelo-. Así también se fueron muchos de la banda inicial, pero Virus ha marcado un código y los grupos que dicen que son herederos o lo que fuere, no heredan la música, sino una forma de encarar el arte y hacer el espectáculo. Y también una postura y una ética. Hacer lo que querés hacer es lo mejor que te puede pasar. Hay gente que le interesa el poder y el éxito, pero a mí no me interesa. El poder es destructivo, vicioso. El éxito también. Es puro cuento. Llevamos 30 años y cada vez que tocamos sentimos que es el día más feliz de nuestra vida. Somos un grupo que le gusta mucho tocar en vivo”.
Tal vez los conciertos que hicieron en el 2004 en el Teatro ND Ateneo los pinte enteros. Cada noche, la banda presentó un repertorio distinto: "Virus es canción" (con clásicos unplugged y adelantos de Caja negra; "Virus es pop" y "Virus es rock". Todos los estilos, igual que el disco homenaje de Radio Universidad: “Me pareció un disco increíble. Todas las canciones son geniales, y lo que más me llamó la atención fue la diversidad. Me acuerdo del concierto en el Coliseo Podestá y de golpe aparecían unos tipos vestidos de negro, con cadenas y sogas. Después subían al escenario dos peinados de con gomina con pañuelos de seda; después una banda Stone. Me imagino que si le hacen un homenaje a (Alejandro) Lerner van a ser todos iguales a Lerner. Me puso orgulloso ver el espectro tan amplio y me llamó poderosamente la atención. Uno espera ver 19 grupos parecidos a Virus y en absoluto. Eso habla un poco la amplitud que ha tenido la banda”.

(es la versión original - en el diario salió más breve)

26 de agosto de 2008

Fiestas nómades y con cierto aire de clandestinidad


Foto: Andrés Sábat

La Plata. Sábado a la noche. 39 entre 115 y 116. Dos centenares de personas se amontonan en la puerta del Club Ateneo Popular. Otros tantos deambulan por la cuadra. Algunos esperan sentados en la vereda. Toman cerveza o simplemente esperan. Hay por lo menos medio centenar de bicicletas atadas a los árboles. Los taxis y remises paran a dejar gente y siguen su camino. No hay más lugar para estacionar y los que llegan en auto se van un poco más allá. Es como si de pronto una noche ese lugar inexpugnable para muchos, llamado barrio Hipódromo, del otro lado de las vías, hubiera cobrado vida. No pasa nada extraño. No son varias fiestas, es una sola: ¡La Parranda Ecléctica!
Nómades y con un cierto aire de clandestinidad, las fiestas se suceden en diferentes espacios de la ciudad. El último sábado, más de 1300 personas se reunieron en el Ateneo para participar de uno de los eventos organizados por Alegría Infinita y Viracocha Records, que incluyó la participación de cuatro DJs, una instalación a cargo de la artista Soledad Velazquez y los vivos de Les Minons, las chicas platenses que tocan cumbia sabrosa y poderosa, y La Bomba de Tiempo, la banda de percusión que hizo famosos los lunes en el Centro Cultural Konex, en la ciudad de Buenos Aires, y que compone en vivo a partir de un diálogo musical de improvisación dirigida a través de un sistema de señas, cambios de compás y modulaciones rítmicas. Y claro, en las invitaciones aclaran que no son muchas fiestas, sino una sola.
Alegría Infinita es un emprendimiento del dj platense Rodrigo (El Ruso) Platz, mientras que Santiago Asef está a cargo de Viracocha Record; socios en la realización de eventos y creadores de La Parranda Ecléctica y otras dos fiestas: La Fiesta Verde y la Freaky Bros (Love) Lupe Vega, un evento pop.
"Pretendemos que cada fiesta sea reconocida por su nombre", contaron los organizadores a Diagonales. Y describieron las características de las diferentes programaciones.

La Parranda Ecléctica: es una fiesta latina ambientada con música sudamericana, regional y metropolitana. Cumbia, samba brasilero y batucada. Combina misterio y comprensión. Básicamente es una fiesta para bailar sin parar. Ya tocaron dj Socialista y The Peronist, y las bandas Batuqueros playeros, Bañeros y, el último sábado, La bomba de tiempo y Les minons.

La fiesta verde: gira alrededor de la música reggae, el rap, el hip hop y el reggae muffin y permite que se viva de manera desprejuiciada la relación de la gente con la marihuana, desde un lugar social no político, porque –aclararon los organizadores– no insta a la despenalización sino que da por sentado que la gente fuma y que la marihuana es parte de la cultura. Ya tocaron Cañamoon, El Majebrí, Surzaidaz, Mantra Massagana, Kameleba.

La Freaky Bros (love) Lupe Vega: rock + indie + electro pop + electrónica en la que participan dj´s con visuales, es decir música y video. Es una fiesta pop, moderna, con color. Y también algo bizarra. Está emparentada al FestiFreak (el Festival Internacional de Cine Independiente de La Plata) y el FreakShow (el ciclo de cine que tiene pantalla en el pasaje Dardo Rocha). Tocaron Villaelisa, Ignacia Etcheverry (de Buenos Aires), Monstruo y The Charlies Jacket. Además de la ya mencionada Lupe Vega, es una idea que también elaboran Andrés Sabat y Mariano Cariani.

Asef y Platz trabajan en la creación de un Fem Fest, un evento en el que todo el arte de la fiesta, desde la música hasta las luces y las imágenes, está diseñado por mujeres. La fiesta será el 13 de septiembre y servirá para inaugurar un nuevo espacio en la ciudad, que se llamará Multiespacio La Plata… un edificio del centro de la ciudad que en estos momentos está en plena remodelación… (misterio develado en un recuadro, un poco más abajo).
Los organizadores piensan sus eventos como una instalación artística. "Cada fiesta es una puesta teatral en la que el público está activo", explicó Asef a Diagonales. Y agregó: "ahí es donde entra nuestro concepto de diversión, porque para nosotros la diversión es la posibilidad de elegir. Es decir que empieza cuando se acaban las obligaciones. Es un capital que tiene tanta importancia como el dinero, porque el dinero permite divertirte, aunque, en realidad, el capital es la diversión".
Para Platz, "a veces es difícil encontrar fiestas en las que uno pueda olvidarse de todo y dedicarse a bailar y divertirse, no ir a ver qué pasa, sino a disfrutar. Las fiestas se tienen que dar como una reivindicación de la alegría, que es un derecho humano".
Además, Alegría Infinita y Viracocha Record trabajan en propuestas integrales con la idea de que cada fiesta pueda ser vista como un acontecimiento cultural. Así es que tienen en cuenta la posibilidad de mezclar públicos supuestamente disímiles a partir de ofertas que tengan sentido, más allá de los nombres de los artistas.
"Intentamos que los artistas se sientan cómodos y les ofrecemos un espacio para mostrarse de una manera diferente", describió Asef.
"Las fiestas se organizan con el trabajo de muchísima gente que aporta su creatividad y su trabajo. Sin ellos no podríamos hace nada", explicó Platz. Y sumó: "la vibra que tiramos vuelve en estas fiestas y se genera una bola de nieve que se hace cada vez más grande. No sé dónde vamos a terminar. ¡Ya nos quedó chico el Ateneo Popular!"
La fiesta en el salón principal terminó a las 7.45 del domingo, pero los Freaky Bros se quedaron hasta las 9, cuando la comisión los desalojó... aunque sin necesidad de usar la fuerza.

Impresiones
Con el sol bien arriba
Por Kevin Cavo, editor de la sección Sociedad
Que a las ocho y pico de la mañana aún siga sonando la música con toda la gente adentro más que un indicio es una confirmación. De esos galpones grandes de club; con un escenario para los números y otro donde se mezclaban láseres verdes, música de bandeja y mirador. Las cumbias de Les Minons -esa banda de mujeres con vestuario producido y desparpajo escénico, muy divertidas- no tenían nada que ver con los tambores de La bomba de tiempo -grupo de percusión de largo aliento, preciso, con fuerza- ni con la marcha de otra pista en un subsuelo al que se accedía por un costado, donde una pantalla gigante con videos sordos distraían a los que se amontonaban en la barra número 2, donde se notó que el de barbita era el más parecido a un barman por su rapidez. El público -hay que reiterar que fue mucho- fue tan o incluso más variado que el espectáculo pautado. Desde hacía varios días, una cadena de mails promocionaba el evento en el Ateneo como "Un fiestón". Al reenviarlo, José agregó expectativas y esa noche se ufanó del acierto. José tenía razón, había que ir. Acaso un nuevo modelo de fiesta se esté gestando en la ciudad. De esas multitudinarias, en lugares amplios, con un plato bien variado. Sin el más mínimo condimento de violencia. Con un clima festivo hasta el final. Hace rato que en La Plata no se sale de una fiesta multitudinaria con el sol tan arriba.

Apostillas
Alegría Infinita es una creación del DJ platense Rodrigo Platz y toma su nombre de un concepto fugaz. Trata de encerrar en dos palabras el contenido de la fiesta perfecta.
El Ruso tiene experiencia de 20 años de musicalizador, desde los malones de la primaria, con un doble casettera, hasta laburos en casamientos y cumpleaños de 15 que llegaron después; a musicalizar las Fiestas de Año Nuevo en la calle, en el muñeco de 17 y 53 y en las de 17 y 71, en el playón de la Estación Provincial.

Viracocha Records es una creación de Santiago Asef y toma su nombre de un mito que habla sobre un hombre blanco que conquistó espiritualmente a un pueblo Inca. Tiene que ver con el encuentro de los pueblos y la interacción de sus culturas.
Asef, que disfrutó de fiestas en Ibiza, Tailandia, Nueva York, Barcelona, Miami y Medio Oriente, quisiera editar libros, grabar discos, producir películas y girar por latinoamérica con sus fiestas, happenings e instalaciones. “¿Está mal tener sueños?”, preguntó. No, de ninguna manera.

Un edificio del centro de la ciudad será pronto un lugar dedicado a la cultura. Tendrá siete salas de ensayos y tres salones de fiesta comunicados, aunque cada uno contará con su propio audio y video. En total, dicen, tendrá capacidad para 1500 personas. Se trata, nada menos, del edificio Miguel Bru, en donde funcionó hasta el año pasado una sede de la facultad de Periodismo y Comuniciación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en calle 4 entre 43 y 44.

25 de agosto de 2008

Patinando por un sueño



Es el programa más visto de la argentina. Entretenimiento para todo público. Solidario, porque se patina por un sueño: Diego quiere ayudar a construir un salón de usos múltiples en un taller protegido, Jésica busca un terreno para la construcción de una escuela para sordos, Miguel sueña con ayudar a terminar una escuela en la que los alumnos comen, duermen y estudian, y Omar aspira a conseguir un lugar propio para establecer una escuela de arte para chicos discapacitados. En fin, todos compiten con buenos fines y fueron campeones nacionales, sudamericanos o mundiales.
En la teoría, entonces, nada hay que objetarle a ShowMatch. Y sin embargo, ahí se amontonan las críticas que hablan de televisión basura. Y ahí están las vedettes, modelos y mediáticas que mantienen el rating gracias al maltrato a sus pares, por "grasas" o por finas, por gronchas o por teñidas o por lo que sea.
Será por lo segundo, entonces, que resulta extraño que la auxiliar de una escuela invite a los alumnos a ir a ver Patinando por un sueño. Y sin embargo… ocurre. O al menos es lo que ocurrió en una escuela de La Plata, donde algunas docentes y no docentes planifican una visita al estudio de Ideas del Sur en el que se graban o emiten los programas junto con algunos alumnos y sus padres o responsables mayores que los acompañen.
La propuesta original fue para las docentes, que suelen estar en las tribunas de las competencias de ShowMatch, pero los chicos escucharon y quisieron sumarse. Las organizadoras aceptaron, pero le pasaron la pelota a los padres, que en estos días deberán decidir si llevan o no a los chicos, si aceptan que el de Marcelo Tinelli es un programa para toda la familia o reconocen que hay mejores espectáculos para niños y cambian de canal.

21 de agosto de 2008

Sismo Trapisonda


La revista digital que se consigue donde uno menos lo espera
El periodista Sebastián Lalaurette cuenta la aventura de hacer una publicación en cd

Es en el rincón menos esperado que el objeto o cosa se aparece, dentro de un sobre transparente con un muñequito de plástico pegado con cinta scotch. Puede ser arriba de la tabla de una hamaca de Plaza Moreno, en el capot de un auto o en el zócalo de una columna que uno se encuentre un cd que dice, escrito en fibra negra, llevame. Si el objeto es apropiado y el disco entra en una computadora, la revista experimento, plop literario azaroso, repentino e imprevisible; intervención urbana y apuesta literaria, toma forma. El objeto o cosa en cuestión se llama Sismo Trapisonda y es una apuesta del periodista Sebastián Lalaurette, que trabaja en la corresponsalía local del diario La Nación y, según se presenta en su blog There's a place, a veces escribe poemas, más raramente cuentos y hace años que lucha con una futura novela. Lalaurette es director, editor, diseñador, reclutador y distribuidor de la nueva revista platense que no es de papel ni está colgada en internet, sino que brota misteriosamente a lo largo y ancho de la ciudad.
El proyecto se explica en el hecho de que se trata de una revista literaria para quienes no leen literatura ni consumen arte. Y tal vez por eso no es de papel ni está disponible en internet, sino que aparece por ahí. "En la ciudad ya hay ofertas culturales. Y en internet hay tantas cosas que podrías pasar miles de vidas consumiendo productos culturales. Hay tantas cosas que uno se atraganta, no puede procesarlas y su aprovechamiento es mínimo. No estoy en contra de internet, no me opongo, de hecho tengo un blog y doy a conocer el proyecto por internet, pero no quiero llegar a los que leen, sino a los que no leen", explicó Lalaurette.
Una vez que decidió que el soporte de la revista sea un cd abandonado en un sitio público, el periodista se puso a trabajar sobre el objeto: "Lo primero que hice fue ponerle llevame, para que se vea que no es basura, que no es un cd perdido por nadie sino que alguien lo dejó ahí. Y en segundo lugar le agregué un muñequito de cotillón, para que pueda ser identificado como un objeto artístico. Esos muñequitos, además, son únicos, porque no se repiten", contó.
Lalaurette confía en que la curiosidad haga el resto y que el potencial lector aproveche el objeto único y suyo e ingrese el disco en su máquina. Antes de poner en marcha el proyecto, el periodista realizó varias pruebas para saber si el disco soportaría un par de días a la intemperie. Un cd al sol salió airoso del examen. Y dejó otro bajo la lluvia con el mismo resultado. El sobre de plástico transparente en el que está envuelta la revista digital, fue elegido por sobre el de papel por razones obvias: no se mancha ni sedeshace con el agua.
"El concepto de Sismo Trapisonda reconoce varios antecedentes. Entre ellos, la red mundial de BookCrossing, la primera etapa de Axxón (pionera en revistas digitales que, en sus inicios, se distribuía en diskette) y formas de intervención urbana como las colgadas de poesía platenses, los poemas paracaidistas del también platense grupo Sal Diagonal y hasta el trabajo del Frente de Liberación de Enanos de Jardín", cuenta el periodista en la web en donde presenta a la revista (http://sismotrapisonda.com.ar).
Además de no estar colgada en internet y de carecer por completo de un circuito de distribución, la revista tampoco tiene periodicidad, sino que saldrá cada tanto.
"Pienso que puede salir cada dos, tres o cuatro meses", especuló Lalaurette. Habrá que buscarla.

DONDE?
El primer número de Sismo Trapisonda salió en agosto con cien ejemplares. Además de un texto de Lalaurette, tiene colaboraciones de Celia Ríos, Carlos Aprea, Greta, Carolina Mettini, Ariadna Pérez Ramírez, Verónica Rodríguez, Griselda Collazos y José María Pallaoro, entre otros. La revista se consigue en cualquier sitio: una parada de colectivo, un banco de plaza, el cordón de la vereda, la mesa de un bar, un buzón de correo o un zaguán.

Otras influencias platenses para conocer
Sismo Trapisonda reconoce influencias platenses de Colgada de poesía y Sal Diagonal. El primero es un colectivo de poetas que tiene un blog (http://www.colgadadepoesia.blogspot.com/) y el segundo un proyecto poético urbano creado por Pablo Nardo, que también tiene un blog (http://saldiagonaldeaqui.blogspot.com/). Lo que hace el grupo Colgada de poesía es, como su nombre lo indica, colgar poesía de los árboles de las plazas.
Sal Diagonal, en tanto, se reconoce como un proyecto poético urbano y cuenta en su haber con dos intervenciones. La primera fue un reconocimiento de la Diagonal 74, a través de recorrerla en toda su extensión empezando en 120 y 32 y terminando en el cementerio; en "rechazo a la idea de las cosas aprendidas sin cuestionar, de las cosas dadas por ciertas"; en "actitud de encarar la ciudad de una manera no cotidiana".
Por último, "a modo de poema o acto poético naciendo en una punta de la línea y muriendo en el otro, el cementerio".
El segundo hecho fue una realización de un poema visual aéreo, armado en cintas de papel con un texto de Etienne de La Boite del año 1548, escrito para ser proclamado en espacios públicos, bajo el título de Discurso de la servidumbre voluntaria y editado en la ciudad de La Plata por una editorial llamada "Superabundans Haut".

La palabra justa
Salir afuera, mostrarse. El objetivo de toda persona que escribe es simple, pero muchas veces el mercado no proporciona los medios para que se cierre el círculo que arrancó con el escrito. Algo de esto sabía un casi adolescente Jorge Luis Borges cuando en 1921 publicó el primer número de Prisma, la revista mural en la que los porteños podían leer, en hojas pegadas en las paredes del centro de Buenos Aires, sus ideas y durísimas críticas contra los libros y escritores del momento.
Pero las ideas innovadoras no sólo son fruto de las fluctuaciones del mercado. En Cuba, luego de la caída del Muro de Berlín y el desajuste económico que se vivió mientras la Unión Soviética se desmembraba, una de las faltas más violentas fue la del papel. En ese momento, el grueso de los movimientos de escritores jóvenes (poetas y narradores de entre 15 y 35 años) tomaron una decisión acertada y, por si fuera poco, netamente revolucionaria: salieron a escribir sus poemas y cuentos en las paredes de La Habana. Los vecinos, por supuesto, aplaudieron la medida y cedieron gustosos los frentes de sus viviendas para que el arte triunfe por sobre las necesidades.
Las intervenciones, los grupos de poetas y las revistas como Sismo Trapisonda en La Plata son herederas brillantes de todas esas historias.
Por Miguel Russo, editor de la sección Cultura del diario Diagonales

20 de agosto de 2008

Reunión cumbre


Ocurrió ayer en una carpa de circo. Y si bien era previsible, no deja de ser una anécdota digna de ser contada. Porque de un lado estaba el payaso que sale por la tele en Mañanas Informales, por Canal 13, bajo el nombre de El Payaso MalaOnda (Marcos “Bicho” Gómez). Y del otro el sindicalistas más temido. Acusado de participar de cuanta pelea haya entre gremios: Juan Pablo “el Pata” Medina.
El encuentro era de preveer porque MalaOnda estaba de visita en la sede del Sindicato de Obras Sanitarias de Buenos Aires (SOSBA) para festejar el Día del Niño junto a los afiliados de la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) La Plata. Y en ese marco invitó a Medina a saludar al público desde el escenario.
–¿Vos trabajaste en el circo alguna vez? -preguntó MalaOnda.
–No -reconoció Medina.
–No importa. Yo te voy a invitar a trabajar en el circo-, dijo el payaso.
Y así fue que Medina accedió a bailar con los aros del ula ula. Guiado por una de las chicas de la troupe, el Pata se animó a hacer un par de figuras con el aro y se dejó hacer por MalaOnda, que lo guió con destreza.
Unas 8 mil personas pasaron por el predio de 32 y 127 en una fiesta para los niños que eran recibidos por un HombrePata celeste y blanco y no podían dejar de sorprenderse con la presencia de todos los personajes que pudieran imaginarse camino al circo, al escenario montado en el gimnasio o a alguno de los más de 25 inflables en los que los chicos más chiquitos gastaban energías que parecían inagotables.
–¡Mirá tío: los guerreros!
El nene le tiraba de los pantalones al tío para mostrarle la llegada de dos camiones Mercedes Benz del Ejército Argentino, que trasladaban la chocolatada para los chicos que festejaban el día del Niño en el predio de la SOSBA.
El circo del Payaso MalaOnda fue contratado para hacer varias funciones durante la tarde y comenzó a ser armado el miércoles. Ayer, Marcos "Bicho" Gómez, más conocido como El Payaso MalaOnda, hizo malabares y acrobacias con su troupe, que hace de la destreza una virtud.

18 de agosto de 2008

Liquidación

Jorgelina abrió un local en julio y hace 15 días tuvo que poner la ropa en liquidación. “20 % off” hizo pintar en la vidriera. "¿Cómo puede ser que enseguida estés liquidando?", le preguntaron. "Es la época", respondió. "Los demás liquidan y vos tenés que liquidar", agregó. "¿Bajaste los precios?", le preguntaron. "Y… un poquito los bajé... pero las liquidaciones son relativas", confesó.

17 de agosto de 2008

¿Dónde está Miguel?


Pasaron 15 años y la pregunta es la misma: ¿Dónde está Miguel? Y ahí está Rosa Bru, dejando una flor a su hijo en la comisaría Novena de La Plata, el último lugar en donde se lo vio con vida, hace 15 años. Y así será al menos mientras los asesinos no confiesen dónde escondieron el cuerpo de Miguel Bru, el que hoy debiera ser un hombre y es el joven estudiante de periodismo desaparecido y asesinado por policías platenses el 17 de agosto de 1993.
"La figura del desaparecido es lo peor. No saber dónde está Miguel es insoportable", dijo Rosa. Y lamentó que la placa que los familiares y amigos de Miguel colocaron en la comisaría no sirviera para evitar otras muertes a las que calificó de absurdas. "Cuando colocamos la placa teníamos esperanzas de que (los policías) recapaciten, que recuerden lo que ocurrió y tengan cuidado, pero lamentablemente no es así", dijo. Y recordó a Daniel Migone, detenido en 2005 por el supuesto robo de un stereo y hallado muerto en un calabozo de la comisaría Novena, asfixiado.


Foto: Esteban Martirena

14 de agosto de 2008

La Plata pinta bien


Totalmente subsidiaria de Buenos Aires, así funciona en materia de arte plástico la ciudad de La Plata. Apenas una galería y un proyecto privado para que los artistas locales puedan pasear su trabajo por el país. Y muchos espacios públicos abiertos a todo tipo de expresiones, pero inútiles a la hora de darle al artista una herramienta para parar la olla; con la sola excepción de la tienda del Museo de Arte Latinoamericano (MACLA), en el Pasaje Dardo Rocha, que aparece como una alternativa. La propietaria de una inmobiliaria había montado una galería en su sede y también vendía obras de arte, tarea que tiene un poco abandonada.
PALABRA DE EXPERTO. "A las galerías les es muy difícil mantenerse en La Plata", afirmó a Diagonales el artista plástico y director del MACLA César López Osornio, que recorrió la historia local para encontrar sólo un espacio que supo mantenerse en el tiempo: la galería Austral, que estaba ubicada en un pasaje de 49 entre 7 y 8, al lado de una marquería permaneció durante 25 años, pero hace mucho que cerró sus puertas. "Trabajaba arte de calidad y también mostraba platenses", recordó el artista, cuya última obra vendida fue pagada en 10 mil dólares.
López Osornio aseguró que La Plata es una ciudad cultural, pero no tiene mercado. Resulta increíble la gran cantidad de artistas plásticos de primera línea que surgieron de la ciudad, más o menos ignorados por sus vecinos y que tuvieron gran repercusión nacional e internacional: desde el propio Lopez Osornio a Luis Tomasello, Martínez Soliman, Emilio Pettoruri; Raúl Mazzoni, Curatela Manes, Alejandro Puente, Hugo de Marziani, Edgardo Vigo, Hugo Sousbiele, Dalmiro Sirabo, Gabriel Berlusconi y tantos otros. También parece increíble que la ciudad tenga la escuela de arte más grande de América Latina y no deje de parir artistas que comienzan a ser reconocidos en Buenos Aires y el exterior, como Santiago Poggio (29 años), Hernán Cédola (30) o Francisco Ungaro (36).
"El arte argentino y latinoamericano está muy bien cotizado. Ha ganado mucho en el mercado por su calidad. Y también por algunas inversiones, porque hay una familia de Venezuela, la familia Cisneros, que es multimillonaria y tiene una gran colección de arte", describió López Osornio, que introdujo el tema de las cotizaciones y los valores económicos de las pinturas.
"Hay varios métodos para valorar económicamente una obra. Hay que tener en cuenta la edad del artista, sus antecedentes y la calidad, aunque la calidad es subjetiva y muy difícil de cuantificar. En el mundo, el mercado y la cotización de las obras es manejado por dos galerías norteamericanas. Y se sabe que generalmente su opinión es total y absolutamente a favor de ellos", describió.
Además, el profesor recordó una anécdota que a su mujer le da un poco de bronca y lo tiene a él como protagonista. En los años 90, durante un viaje a Japón con una de sus hijas, tuvo un problema de salud que hizo temer por su vida. El valor de sus obras, al conocerse la noticia, aumentó considerablemente.
ESPACIO INSTITUCIONAL. La tienda del MACLA es uno de los espacios para comprar obra de arte en La Plata. Cedida a la asociación de amigos del Museo, es alquilada por Claudia Chacón y Nina Pérez Almazán. La tiende vende obras de arte, pero intenta ser un espacio en el que los visitantes del museo encuentren recuerdos de su visita a La Plata, desde lápices, hasta láminas que reproducen las obras del patrimonio de la institución, pasando por bolsos plásticos e individuales de mesa. "Este espacio empezó más como galería de arte, pero nosotras pretendemos darle más énfasis al merchandising", contó Chacón. Sin embargo, por primera vez en su historia, la tienda vende obras originales de los artistas que exponen como invitados en el museo (no del patrimonio) y en estos días ofrece cuadros del dibujante y pintor Carlos Garaycochea.
Entre los objetos originales que acompañan la venta del merchandising, las nuevas concesionarias agregaron el tealosophhy, producido por Inés Berton, una de las catadoras de té más reconocidas de argentina, que creó infusiones particulares para la ciudad de Barcelona, el Dalay Lama, los reyes de España y ahora también para el MACLA.
Hay también en la tienda esculturas de Silvia Porta, obras en cartón corrugado y pequeños motivos de peltre de Osvaldo De Castelli -que salen entre 120 y 150 pesos-, joyas de autor de Sergio Colón y Maximina Paz o acrílicos sobre cartón de Kutty Di Bartolo por 300 pesos.
GALERIA DE ARTE. Pisouno es hoy la única galería de arte de capitales privados que funciona en la ciudad. Nació en marzo de 2007 con la idea de promover el arte local por el país e intercambiar materiales para que artistas de otras zonas pudieran exponer sus trabajos en La Plata. En aquel momento existía Sudaca, un espacio de artistas que priorizaba a los plásticos platenses y tenía un local en 13 y 58, pero Sudaca cerró en diciembre y Pisouno sumó a sus objetivos la exhibición de obras platenses.
Dirigida por Cristian Ladaga y Karina Cortez, la galería organizó una muestra itinerante que el año pasado permitió que 19 artistas platenses exponer sus obras en galerías de Buenos Aires, Córdoba y Rosario; en un evento que bautizaron "0221 La Plata se muestra". Este año, la exposición también se desarrollará en La Cumbre, y exhibirá trabajos de 18 plásticos.
"Si sos muy raro, o muy muy bueno las galerías de Buenos Aires te chupan en dos minutos, pero también hay muchos otros artistas que están haciéndose un camino, que recién empiezan y hay que ayudarlos a hacerse conocidos", explicó Ladaga a Diagonales. Con ese espíritu es que Pisouno organiza la muestra viajera y monta sus exposiciones en el departamento de 48 esquina 9.
Aunque no hay parámetros, Ladaga se animó a desandar los argumentos usados a la hora de evaluar el valor comercial de una obra. Mientras que los grandes maestros son tasados por entidades bancarias, como el Banco Ciudad, los plásticos de segunda línea y aquellos que recién comienzan tienen que equilibrar algunos aspectos más o menos objetivos. "Se tiene en cuenta lo que vende el artista, las exposiciones o ferias en las que participó, si fue premiado en algún concurso, si tuvo menciones, si hace exposiciones colectivas o individuales", describió la directora de la galería.
La galería ya es muy conocida en La Plata y poco a poco se convierte en una alternativa para los platenses que compran obras de arte. Además, sirvió para que muchos primerizos se entusiasmaran con la pintura y compraran su primera obra. "No hay que saber nada. Sólo te tiene que gustar", dijo Ladaga. Y agregó que "la pintura te da una alegría que ninguna lámina te podría dar".
Para la directora de Pisouno, comprar una obra también puede ser una buena inversión: "hay colecciones de inversión, porque la obra de arte nunca deprecia su valor. Si compraste a 100, lo menos que vas a vender es a 100", aseguró.
ART DEALER. Romina Tempesta es licenciada en economía y estudió 10 años de pintura con el maestro Carlos Pacheco, donde conoció a muchos de los buenos artistas platenses. Su experiencia al frente de la gestión y la comercialización en la inmobiliaria de la familia terminó por darle las herramientas para convertirla en vendedora de arte, o, como se dice en inglés: art dealer.
Al principio, Romina usó las instalaciones de la inmobiliaria para hacer exposiciones y vender cuadros, pero la mudanza del local a Plaza Paso y la maternidad la alejaron de la tarea. Ahora, sólo patrocina y trabaja con Manuel Rubín. "Somos un equipo. Yo financio algunas de las participaciones en exposiciones o eventos y otras veces hacemos un esfuerzo común, pero yo lo asesoro", describió a Diagonales.
Para Romina "La Plata es un mercado particular que no tiene hábito de comprar. La gente prefiere comprarse otros objetos, pero como pasa con la música, el teatro o el cine, alguien te tiene que meter en ese mundo del arte, que es apasionante".

Rö Barragán: El arte de crear y crearse

Los artistas deben cumplir con la doble función de crear arte y crearse a sí mismos. Rö Barragán es una joven plástica que comenzó a ganar notoriedad en los dos últimos años, presentó una instalación en el Centro Cultural Recoleta y su obra fue seleccionada para estar en el Salón Nacional. Vende, pero no vive del arte, trabaja en la facultad de Bellas Artes y en la dirección de Cultura y Educación. Y da clases en su taller, y les alquila el taller a sus amigos para que den clases. Sus obras cuestan entre 350 y 800 pesos.
Es grabadora y trabaja en lo que se llama "nuevos soportes". Hace dos años, Barragán creó un personaje al que llamó "La llorona". Es una mujer hecha de imágenes de ella misma, que mezcla autorretratos con dibujos y fotos de algunos paisajes, que se reflejan en la panza. La llorona tiene los ojos de una foto de Barragán y la boca de otra. Si tiene nariz es de una tercera foto. Y lo mismo si se le ven las tetas, los brazos o las manos.
En la obra que hoy exhibe en el Museo Municipal (junto a otros jóvenes artistas platenses) La llorona realiza diferentes y originales actividades domésticas: la que cose, cose un corazón; la que plancha, plancha mariposas; la que cocina, cocina pájaros de colores. En este caso, la obra impresa en tela, que no es grabado ni fotografía ni dibujo y al mismo tiempo es todas esas cosas juntas, están pegadas a una tabla de madera que tiene guata, lo que le da una forma similar a "almohaditas para llorar", según dijo la artista.
Técnicamente, lo suyo es una mezcla de varias disciplinas de la que sobresalen los grabados. Las obras nacen en la computadora y son impresas en tela a través de una transferencia térmica (de calor) experimental. Las telas, luego, pueden ser parte de una escultura o envolver una almohadilla, lo que la emparenta a un cuadro tradicional.
"Cuando pensé en estudiar arte no sabía bien qué era, ni cómo podría ser. No tenía idea del desarrollo profesional de un artista", reconoció. Los adelantos en su carrera le permiten jugar a que avanzó varios casilleros en la idea de crear al artista. Barragán, aunque aún no viva del arte, está en una situación privilegiada sostenida en "el secreto de no dejar de trabajar y mostrar lo que hacés", según reveló.
"Hago muestras todos los años. Trato de hacer una individual y participar de varias colectivas. Y desde el año pasado estoy trabajando con las chicas de Pisouno, con la muestra itinerante; aunque en noviembre voy a exponer sola acá en La Plata", contó a Diagonales.

Hernán Cédola: una cosa es una cosa...

"Una cosa es el arte, la pintura. Y otra muy distinta es el negocio del arte. En un punto se encuentran, pero son dos cosas distintas", adviertió Hernán Cédola a Diagonales apenas comenzar la nota en su taller de Tolosa. Y su caso es bastante particular, porque Hernán vende. Y vive del arte. Si bien varían de acuerdo a su tamaño, sus cuadros están cotizados desde los 600 dólares de los pequeños formatos en soporte de papel, hasta los cuatro mil dólares de las grandes telas (de hasta 2 x 2), según se ofrecen a la venta en la galería porteña Zavaleta Lab.
Cédola comenzó a exponer en 2004 en el Centro Cultural Borges, en Buenos Aires, casi sin experiencia previa. Tenía obra y había armado una carpeta, por lo que la presentó directamente en la a la dirección de artes visuales del centro, que lo seleccionó para que expusiera su trabajo en una de las salas de Viamonte y San Martín un año después. "Les gustó el proyecto y me invitaron a exponer", sintetizó el artista.
Es desde el año pasado que Cédola expone y vende en Zavalera Lab, la galería que también llevó su obra a Colombia, a la feria de arte Art Bo, que se realiza en Bogotá.
Técnicamente, lo suyo es una mezcla de grabado, fotografía y pintura. "Estudié un año en Bellas Artes para aprender grabado, que era la técnica que me interesaba. Pero yo vengo de la fotografía, que estudié con Ataulfo Pérez Aznar. Lo que aprendí en fotografía lo trasladé a la pintura en lo conceptual y después fui apuntando a las técnicas que voy usando, porque generalmente voy generando mis propios recursos y técnicas. En realidad soy más autodidacta", describió.
En sus últimos trabajos, reunidos bajo el título de "estudios para óleo y grabados", Cédola colorea enormes partituras recreadas sin criterio musical. El resultado, sin embargo, es bien musical. "Nada es real o verdadero en estas imágenes, pero mi profesor de música me dijo que la tonalidad que ve en mis obras en la misma que él ve en la partitura", contó.
A la hora de hacer una lectura del negocio del arte plático en La Plata, el artista prefirió apuntar a todas las disciplinas. Y consideró: "la ciudad nació para ser vanguardia, una ciudad iluminada, y hay gente haciendo de todo, pero ocultos, porque la dirigencia quedó atrás. Hay espacios y predisposición pero falta presupuesto. Es una cadena".

13 de agosto de 2008

Las maquinaciones de Vigo

La gestación del período fundante de la obra del artista platense Edgardo Antonio Vigo (1928-1997) serán expuestas hasta el 12 de septiembre en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, de calle Paraná al 1159, con entrada libre y gratuita. Con el título de Maquinaciones, la exposición mostrará la obra que el plástico produjo desde fines de 1953, luego de su estadía en París, hasta 1962. Contiene dibujos y acuarelas, collages y las "máquinas inútiles e imposibles". Y también los libros del artista y las primeras ediciones experimentales hasta llegar a la mítica revista Diagonal Cero.
Padre de un desaparecido, Vigo hizo Arte Postal para denunciar a la última dictadura militar y su obra tomó un carácter fuertemente político para revelar la represión y los delitos de lesa humanidad. Esta exposición que se inaugura hoy, sin embargo, bucea sobre sus inicios, unos años antes de que publicara su declaración de principios sobre su “arte a realizar”: “Un arte de expansión, de atrape por la vía lúdica, que facilite la participación -activa- del espectador, vía absurdo. Un arte de señalamiento para que lo cotidiano escape a la única posibilidad de lo funcional. No más contemplación sino actividad. No más exposición sino presentación. Donde la materia inerte, estable y fija, tome el movimiento y el cambio necesario para que constantemente se modifique la imagen. En definitiva: un arte contradictorio”, escribió en 1968/1969.
El plástico uruguayo Clemente Padín lo describió como un “xilógrafo, poeta experimental, conceptualista, constructor de objetos inútiles y máquinas extrañas, innovador constante cuya obra, se ha constituido en fuente de sorpresas permanentes dado el carácter casi inefable de sus propuestas”.
Según Padín, Vigo “cultivó también, formas hasta hoy día consideradas sub-artísticas o, sencillamente no consideradas arte por la crítica vernácula, como la poesía experimental y el arte correo (Arte Postal o mail art, en inglés)”, que él prefería llamar con “el término original y más exacto de comunicación a distancia - vía postal, un movimiento planetario de intercambio y comunicación a través del correo tradicional.
En una entrevista que concedió por carta a Ruud Janssen durante varios meses en 1997, se definió como “animal visual” o “ser visual” y explicó que le gustaba realizar sus ediciones hacia resultados creativos y diferentes. “Siempre tuve tendencias hacia la expresión visual (…) Para mi era mejor ver un diseño a una palabra”, describió.
Al explicar el Arte Postal, contó que “a través de los años de la comunicación por correo se ha dado un desarrollo concreto del lenguaje, lleno de creatividad y expresión”.
Además, en la redacción de una respuesta enviada a Janssen decidió “llamar la atención sobre la lucha contra la burocracia en las administraciones postales, nacionales e internacionales”, que “ha permitido abrir un gran campo sin casi restricciones y, además, ayuda a concretar toda clase de propuestas”.
A la hora de hablar sobre su experiencia personal, contó: “durante el tiempo de la junta militar, desde 1976 hasta mediados de 1983, sufrí una censura abierta no sólo en la correspondencia que recibía sino también en la que enviaba. Ese periodo fue especialmente triste para mi. Este control consistía en la destrucción de correspondencia postal dirigida a mi o realizada por mi, cartas que contenían invitaciones me llegaban fuera de tiempo para participar. En suma un corte en el contacto con mis amigos del mail artistas. Una vez sucedió un hecho inusual, un empleado introdujo algunas piezas postales en mi buzón, pero debieran haber estado en el Comité de Censura. Fue obligado a dejar el trabajo y aceptar la jubilación anticipada ´por problemas psicológicos´. Actualmente vive en España donde tuvo que ir debido a esta dudosa situación. Desde entonces traté de modificar mi modo de comunicarme y, además, quería que la gente de otros países supieran lo que había sucedido aquí. También hice un sello artista para denunciar a nivel internacional la desaparición de mi hijo mayor Abel Luis (aún hoy no sabemos nada de él). El resultado de esos trucos fueron satisfactorios porque
fui capaz de explicar la dictadura Argentina al resto del mundo”.

12 de agosto de 2008

El toque de tentenublo

Los descendientes de españoles deberían conocer el Toque de tentenublo, que se hacía por repique de campanas en las tierras de Castilla León, Castilla-La Mancha y parte de Aragón, para alejar las tormentas de granizo. El toque iba acompañado de rezos a Santa Bárbara y letanías tales como “si lluvia traes ven para acá, si piedra, vete para allá”.
Hoy ya casi nadie cree que el granizo pueda alejarse con un rezo o un simple toque de campanas, pero nadie duda y cunde el pánico cuando el Dios TV trae la alerta. Se anuncia en Ituzaingó y pronto se extiende a otras zonas de Buenos Aires. “Cae granizo en City Bell”. “Graniza en Gonnet”, advierten familiares, amigos y conocidos.
“¡Otra vez no!”, dice Vicky. Y agrega: “La otra vez me rompió la casa y me rompió el auto”.
Ezequiel también se desespera. Se hace el distraído y dice que no le importa. “Total, en febrero ya me lo llevó el agua. No me voy a preocupar por las piedritas”, dice. Pero es mentira. Diez minutos después aparece mojado a dar las buenas nuevas: el coche estaba estacionado bajo un árbol.
Luis, que también sufrió el temporal en techo propio, se quedó tranquilo, mirando despreocupado cómo algunos vecinos tapaban sus autos con frazadas, improvisado cubrecoche antigranizo casero.
Para quienes no se atreven a desconfiar del Dios TV y pueden también creer en Santa Bárbara, bueno es tener presente la oración, que dice así:
“Tente nube, tente nu, que Dios puede más que tú. Si eres agua, ven acá, si eres piedra, vete allá, siete leguas de mi pueblo y otras tantas más allá. Tente nublo, tente nu que Dios puede más que tú. Tente nublo redoblado que Dios puede más que el diablo. Tente nublo, tente en ti. Dios lo quiere y manda así. Tente nublo, tente nu, que Dios puede más que tú. Que el mar es de agua bendita y el aparejo una cruz. Detente, nube maldita, que Dios puede más que tú”.

11 de agosto de 2008

¿Es pasado o es presente?


Dice Mafalda que "el pasado nos encadena". Y Ambroice Bierce que "el Pasado es el Futuro de ayer, (y) el Futuro es el Pasado de mañana. Son una misma cosa: el conocimiento y el sueño". El diccionario de Filosofía de Pelayo García Sierra dice que "el pasado es la clase de acontecimiento que influye en nosotros" e incluye al presente en "el radio (tomando como centro nuestra generación) de un siglo, pues más o menos ocupan un siglo los hombres vivos que influyen sobre mi generación y aquellos en los que mi generación influye".

"¡Basta de traer el pasado al presente, de reabrir las heridas, de dividir a la sociedad!", fueron los primeros argumentos con los que se escudaban quienes pretendían dejar atrás los crímenes cometidos por la dictadura militar entre 1976 y 1983. Y muchos le creyeron: "¡Basta de odio!", repitieron, "¡hay que mirar adelante!", creyeron.
Mirar adelante sin mirar lo que ocurrió en Argentina durante la dictadura militar parece imposible si se tiene en cuenta, como dice Mafalda, que el pasado nos encadena. O como dice Bierce, que pasado y futuro son la misma cosa. O si hacemos caso de lo que dice el diccionario de filosofía sobre marcar el presente en el radio de un siglo, tomando como centro a nuestra propia generación.
Por eso, quienes en algún momento quisieron negar el pasado intentan ahora sostener el otro argumento (también antiguo), sostenido en que Argentina vivió en los ´70 una guerra.
El argumento de la guerra fue el levantado por Domingo Antonio Bussi en su declaración ante el Tribunal Oral Federal de Tucumán que lo juzga por violaciones a los Derechos Humanos. Y es el que levanta Cecilia Pando, esa mujer que quisiera ser parca, igual que fueron quienes gobernaron el país durante la última dictadura.

Volvió el fútbol...

y acá gritan los goles de cualquiera
La redacción funciona en dos pisos. Hay un tele arriba y otro abajo. Ayer, Racing y Lanús jugaban en la planta baja. Y San Lorenzo y Tigre en la planta alta. De pronto, la mayoría de los periodistas se unió en un grito de gol granate: ¡gooooooooooool! Un par, puteaba. ¿Por qué gritaron el gol de Lanús? preguntó un distraído. ¡Por el PRODE!, contestaron. Volvió el fútbol. Y parece que todos juegan al PRODE. ¡Esperemos que sea legal!

4 de agosto de 2008

El ofendido

Camino Centenario, de City Bell a La Plata. El remís sigue el tránsito de la noche fría, apurado como todos. Suena el celular. Es un mensaje. El chofer toma el teléfono con la mano derecha. Abre la tapa. Maneja con la zurda y lee. Levanta la vista. Frena en el semáforo. Empieza a contestar. Luz verde. Arranca. Avanza. Mira el teléfono. Otra luz roja. Escribe. "¿No podés esperar a que me baje para mandar un mensaje de texto?", le pregunto. Él, se ofende.

Telebasura



Una fiebre que mantuvo en cama una semana al director de Cultura del Ministerio de Educación uruguayo Luis Mardones disparó la alarma. En reposo, el funcionario encendió la tele y descubrió el Bailando por un sueño de Marcelo Tinelli y sus satélites: Intrusos, de Jorge Rial; Los profesionales de siempre, de Viviana Canosa, y los otros clones de la televisión de esta orilla. Mardones salió de la gripe dispuesto a tomar cartas en el asunto y calificó la programación como "tonta, frívola, morbosa e idiotizante". Hubo quien estuvo de su parte y quien se burló de su propuesta: que "la TV basura pague impuestos".
La idea de persuadir a las empresas de televisión para que asuman una mayor responsabilidad social a través de más impuestos abrió un debate al que Diagonales invitó a sumarse a tres platenses trabajadores del medio: el actor Alejo García Pintos y los comunicadores Gustavo Ragadale y Federico Seeber.
"Yo pensaba que la gente consumía lo que el medio le daba, pero me parece que elige lo que quiere ver. Los programas de los que se quejó Mardones no me gustan, me agotan, pero miden 30 puntos de rating. Una ley que los cuestione no va a impedir que se sigan consumiendo", aseguró García Pintos.
"Ver el culo de una mina no me hace ni mal ni bien: me aburre. Televisión basura es lo que hacen ciertos emporios periodísticos, los mismos que publicaban o transmitían el Riesgo País, los que inventan situaciones que nunca ocurrieron o que magnifican, que actúan de acuerdo al interés de sus dueños. Los oligopolios que transmiten durante las 24 horas y en todos los medios que pueden: tele, radio, telefonía o internet. Me parece que hay que estar contra la mentira, más que con cuestiones o valores morales. Hay que tener conciencia que desde algún programa se montan campañas para desprestigiar, para destituir, eso es para mí la telebasura", explicó Ragadale.
"La sociedad está repleta de basura: en tele, en radio, en diarios. En la tele se nota más porque cada vez se consume más. Tiene algo a favor: nadie nos obliga a mirarla. Sin embargo, refleja lo que pasa afuera de la tele", sintetizó Seeber.
EL ACTOR. Formado en el teatro platense La Lechuza, García Pintos trabaja en la tele hace casi 25 años. El año pasado estuvo en Casi ángeles, donde hizo de Bartolomé, el villano.
"Hay programas que son una mierda, pero antes decían que Olmedo hacía televisión basura y hoy es el cómico más grande del país. Balá ahora está olvidado, pero va a ser otro de los mitos. Fuera de la televisión pasa lo mismo. Había gente que decía que Sandro era grasa, pero ahora es un dios y los intelectuales mueren por fotografiarse con él", dijo el actor.
Más que Bailando..., a García Pintos le parece "horrible" Policías en acción: "Que me quieran vender a la Bonaerense como la Scotland Yard es tratarme de pelotudo. Pero está bien, es un formato, es por dinero".
García Pintos tampoco pone la mirada sobre la supuesta necesidad de los espectadores de relajarse: "No estoy de acuerdo con que la gente necesite desahogarse. No estamos pasando ninguna tragedia, no estamos en los '70 ni en 2001. Nos quisieron vender lo del campo como una situación grave, pero nada que ver".
Para el actor, "el adjetivo de basura a la tele es terrible, hay cosas más densas, como la dictadura militar. Dijo Darío Lopérfido que mala palabra es hambre. Se lo tomaron en sorna, pero tiene razón. Tal vez pueda no gustarte lo que hace Tinelli en el baile del caño, pero también hace cosas muy buenas en ficción. Si no tenemos en cuenta que esto es un negocio estamos mirando otro canal. Bailando... es el gran éxito, pero le sigue una ficción que mide bien. Y también hay ficción en Telefé. Y ficción basura no existe, puede ser buena o mala, pero no es basura".
Además de rescatar a la ficción, García Pintos aseguró que el 7 y el canal Encuentros son "una maravilla". Fuera del mundo televisivo, el actor platense quedó sorprendido por lo que acaba de ver en Rosario, durante un viaje: "Hay una oferta cultural impresionante. Es un lugar que respira cultura, y gratuita, por todos lados. Y eso tiene que ver con una política que votó la gente".

LA VOZ EN OFF. Luego de algunos años en el diario Hoy, Ragadale participó en la creación del programa Televisión Abierta y desde 2003 es la voz institucional de Ciudad Abierta, la señal por cable de la ciudad de Buenos Aires. "En la polémica sobre la telebasura –dijo– no hay manera de establecer un comité de notables. Y la posibilidad de un incremento fiscal también me parece desacertada. Definir qué sería chatarra no tiene una respuesta, depende de la educación de cada uno. Lo que para mí es telebasura para otros puede ser lo mejor del mundo. Además, si decidiéramos qué es basura, habría muchos casos antes que dos minas bailando en un caño, empezando por el desenvolvimiento de algunos productores periodísticos. Ni siquiera tengo definido si Tinelli hace basura o no. Sí podría definirla como mezquina, mediocre o sin valor". Además, explicó que los gobiernos podrían ajustar otros mecanismos de regulación, como ocurre (o debería ocurrir) en la Argentina con el Comité Federal de Radiodifusión, para evitar los excesos.
A la hora de buscar una alternativa a los impuestos, Ragadale propuso "mayor participación del Estado, para que puedan existir canales de comunicación públicos". No sólo de televisión, sino también radiales o digitales. "Se podría crear una tele alternativa, renovada, de contraste. Si no puede ser a través de nuevos medios, podría ser a través de convenios o de subsidios. Eso daría margen para que haya programas que no necesiten poner una mina mostrando el culo en un caño. Aunque el ministro uruguayo tenga razón, no creo que sea conveniente ir con un espíritu de censura, me parece mejor aportar a una nueva comunicación participando de la televisión en general. El Estado podría ser un protagonista excepcional a través de consensos que permitan encarar proyectos que incluyan una tele visión menos comercial, más profunda", describió.

EL DE LAS NOTICIAS. Seeber, que escribió en los diarios Hoy y Perfil y en las revistas Veintitrés y 7 Días, es desde el año pasado uno de los movileros de Canal 13 y Todo Noticias. Como buen periodista, piensa que "la televisión refleja lo que pasa afuera de la televisión: una sociedad que pierde valores, referentes, debates de ideas y pensamientos profundos no puede tener una televisión de excelencia: sería tan increíble como paradójico". Y agregó que "la tele no marca tendencia. Es como el fútbol: se juega como se vive. En la tele pasa igual, refleja el momento de un país".
Al igual que García Pintos y Ragadale, Seeber está en desacuerdo con la utilización de la palabra “basura” para describir cierto tipo de televisión. "Yo diría que todo es show, incluso los noticieros están vacíos de contenidos. El tema es que Bailando... y sus satélites son un blanco fácil porque son los más vistos, pero no creo que te afecten la cabeza si entedés de qué se tratan: son puro entretenimiento".
Según Seeber, hay que "educar a los chicos para que puedan plantarse críticamente frente a la tele, pero para los padres resulta más fácil sentarlos ahí y que no jodan por un rato".
El periodista no cree que pueda haber un debate que ayude a que los canales privados apuesten a una televisión más cultural o educativa: "Los medios son empresas con poco sentido de responsabilidad social. No hay conciencia empresarial: es lo mismo vender televisión que vender zapatillas. El hecho es vender, vender y vender. Eso es lo que piensa Tinelli. El Estado tendría que velar por la diversidad. Yo le exigiría más a Canal 7 que a todos los otros juntos".

El control remoto como libro de quejas
Por Guillermo Salmerón
Disparar contra la telebasura es un ejercicio fácil. Sobran los calificativos y los ejemplos. ¿Quién se atrevería a refutar que en la programación actual abunda lo "tonto, frívolo, morboso e idiotizante"? La misma queja puede escucharse tanto en la cola del super- mercado como en el interior de un taxi. Cuando el tema es la televisión, hablar mal queda bien.
Quizás por padecer el estigma de "formar parte", la discusión me incomoda. Escucho lugares comunes, reclamos trillados, rezongos exacerbados. Y desconfío: las voces críticas recuerdan al "yo no lo voté" de los 90. Y, hoy como ayer, los votos están a la vista. No hay que esperar cuatro años para confirmar la tendencia. Los números aparecen día a día. Y en el minuto a minuto, muchos críticos se convierten en teleatrapados por la red de un buen escándalo o de un culo que sueña. Los índices de audiencia son la prueba del delito, pero la condena siempre recae sobre el chancho.
La televisión es una industria de entretenimiento que se rige por los hábitos del consumidor. Cada programa se exhibe dentro del juego de la oferta y la demanda. Hay opciones para todos los gustos y edades. Múltiples posibilidades de elección. El cliente siempre tiene la libertad de comprar o dar la espalda y cruzar de vereda. No entiendo entonces a qué se debe tanto reclamo. Me animo a contestar (y a contestarme) que tal vez seamos tontos, frívolos, morbosos e idiotas. Al menos como televidentes.
De lo que sí estoy seguro es que somos un público ingenuo. Muchos de los que despotrican contra la pavada televisada suelen darle más crédito a la realidad de la pantalla que a la realidad que tienen frente a sus narices: "Pasó porque lo dijo el noticiero". Suena raro. Pareciera ser que los mismos canales que corrompen nuestra moralidad con programas perniciosos, nos conceden un par de horitas del día para decirnos la verdad y nada más que la verdad. Al respecto, la cobertura periodística de los cuartos de final entre el gobierno y el campo dejó muchas "perlitas": fue gracioso (y taquillero) seguir las emisiones de Cortando la ruta por un sueño, y fue intrigante esa devolución final del presidente del jurado contra la pareja sentenciada.
Otro rasgo de ingenuidad que llama la atención es este interés desmedido por el rating. El público parece vivirlo como un River-Boca. Ya no hay programas buenos y/o malos. La televisión queda reducida a un Fulano que hace dos puntos más que Mengano pero promedia menos que Sutano. Es lo que se escucha todos los días. Es ridículo que los consumidores vivan tan pendientes de los datos estadísticos de una industria. Vale la pena recordar que el rating es un instrumento de medición de audiencia creado para que los canales coticen su espacio frente al anunciante. Me pregunto: ¿qué tiene que ver el rating con nosotros televidentes?
Creo que más allá de las críticas justificadas que puedan dispararse contra la pavada televisada, no hay tanto derecho a objeciones. El televidente firma un contrato tácito todos los días y lo renueva minuto a minuto. La televisión da lo que el público pide. Frente a lo "tonto, frívolo, morboso o idiotizante", nuestro mejor libro de quejas sigue y seguirá siendo el control remoto.
Guionista de Humanos en el camino, Televisión por la identidad y Vidas robadas

De aquellos primeros fuegos a este incendio
Por Miguel Russo
No es casual que la televisión haya surgido en el país en 1951, en el mismo instante en que comenzaban a decrecer de manera notoria –como señaló la ensayista Mirta Varela en su libro La televisión criolla– los índices de producción y de consumo de las incipientes industrias culturales nacionales. Como si la televisión estuviera reñida desde el inicio con algo que tuviera siquiera un mínimo aroma de la palabra cultura. Pero no se habló entonces, ni en las dos décadas siguientes, de telebasura. No se hizo en los '60, aún cuando fue en esa década que se pasó del "ir a ver la televisión" (como quien planificaba una salida) al televisor como un continuo de imágenes, con horarios más amplios que el de los '50, con una actitud del usuario más similar a abrir una canilla o a prender la luz. No se habló tampoco en los '70, quizás porque en esa televisión habían ingresado las manifestaciones de la sociedad: el hecho inaugural, en 1969, mucho más que la transmisión global de la llegada del hombre a la Luna, fue la histórica cámara que mostró el Cordobazo contado por un entonces desconocido periodista de esa provincia, Sergio Villarruel.
Tampoco se habló de telebasura en los '80, aunque allí está el puntapié inicial con Nicolás Kasanzew gritando "vamos ganando" durante la guerra de Malvinas. Un Kasanzew antecedente de los anuncios apocalípticos de Eduardo Feinmann diciendo desde la pantalla de canal 9 en 2001 que había grupos de "forajidos" arrasando las casas en el conurbano bonaerense o de los periodistas de televisión que se preguntan poniendo ojitos pícaros a la cámara si iría alguien del gobierno a la Sociedad Rural post Cobos-No.
Los '90 fueron la cuna del nombrecito, la misma en la que se crió esta telebasura al palo del siglo XXI, símbolo del ser nacional. Caños paras las curvas femeninas y operaciones para las corbatas y escotes políticos, las tetas más grandes del mundo y la desesperación por dar la primicia sin tenerla, el hambre allá donde no molesta y el chisme más imbécil sobre los imbéciles de turno. Un paso entre la televisión que mostraba la sociedad a la sociedad que hace lo que le muestra la televisión.
Editor de Cultura del diario Diagonales